Carta de Raskólnikov a Nietzsche
Estimado Sr. Nietzsche:
Le escribo desde San Petesburgo, mientras encerrado en mi cuarto leo una y otra vez algunos de sus libros tratando de encontrarle algún sentido a mi existencia. Soy un experimento, sí, pero un experimento que ha fracasado.
Le escribo desde San Petesburgo, mientras encerrado en mi cuarto leo una y otra vez algunos de sus libros tratando de encontrarle algún sentido a mi existencia. Soy un experimento, sí, pero un experimento que ha fracasado.
¿Podría explicarme Ud. qué es el superhombre? Creía haber entendido, pero no lo he hecho, porque no soy uno de ellos y nunca lo seré... mas creí haberlo sido.
Yo pensaba que el übermensch (como Ud. lo llama) era un ideal de hombre, un ser forjador de sus propios conceptos morales, capaz de crear sus propias normas, su propia vida: el único creador de sí mismo. Creía que debía poseer un sinfín de cualidades de grandeza vital, tales como la fuerza, la voluntad de poder, la capacidad de estar solo, el dominio sobre los demás, la voluptuosidad de sus pasiones, etc. pero me he dado cuenta que todo eso no basta: el superhombre no existe. ¿Y sabe por qué no existe? Porque no es un hombre, ni puede ser un hombre. Su übermensch no es más que una idea, un concepto, una apariencia, concebido como un sueño efímero durante una fiebre delirante.
Un hombre no puede ser más que un hombre, porque hombre es. Quise ser más de lo que soy, pero no pude soportarlo. El superhombre debe afirmar la vida, pero no sólo la parte del placer y del éxito, sino la vida entera, toda la vida; incluida la derrota, la decepción, la crisis y el dolor... pero no existe hombre capaz. ¿Existe para el superhombre el amor, la felicidad, la belleza, la misericordia...? ¿Las conoce siquiera?
Y pensar que yo creí ser un übermensch, un hombre superior, capaz de hacer cualquier cosa: un predestinado perteneciente a una casta de hombres únicos, intocables. ¡Intocables! He matado, y no puedo con mi culpa. No soy digno.
Pero, ¿sabe qué? He sido redimido, y ha sido una mujer quien me ha salvado. El amor existe y su nombre es Sonia, ¡oh, dulce y bella Sonia! "Ha venido hacia mi antes que el sol: hacia mí que soy el más solitario. Somos amigos de siempre: nos son comunes nuestra tristeza, y el fondo de nuestro ser: el sol mismo nos es común. Como sabemos demasiadas cosas no nos hablamos; callamos y nos comunicamos nuestro saber por medio de sonrisas". ¿Le suena familiar? Creo que es Ud. quien lo ha escrito... maravilloso poema, por cierto.
No sé por qué le cuento estas cosas... tal vez esta carta nunca llegue al correo... Antes de despedirme quisiera preguntarle algo: ¿por qué Ud. afirma que Dios ha muerto? Personalmente, creo que Dios nunca ha existido.
Rodion Raskólnikov
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Ya que muchos me han preguntado: sip, esto lo escribí yo misma... para el curso Pensadores del S.XX cuando era novata (uff... hace casi 6 años!). Tenía que escribir un cuento o ensayo todas las semanas, así que tengo varios.
(esas son las cosas se pueden hacer con el tiempo libre que solo tenía siendo novata de Bachillerato, jajaja)